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¿Cómo Se Registra Una Patente?

Si estás leyendo esto, seguramente has tenido una buena idea sobre un producto o un procedimiento. Seguro que has pensado… “Esto se puede fabricar y no existe”. Ya sea porque trabajas en el sector o porque tienes amplios conocimientos sobre el tema, piensas que tu idea tiene un gran potencial y, hasta donde sabes, no existe algo igual en el mercado. Has detectado una necesidad y se te ha ocurrido cómo cubrirla.

Te preguntarás: “¿Y si tengo una posible patente?”

Quizá ya has oído hablar de las patentes: casos como el caramelo con palo o la fregona han pasado a la historia como inventos protegidos por patentes en España. Pero ¿y si tú también puedes patentar tu idea? ¿Cómo se hace? ¿Por dónde empezar? ¿Cómo se registra una patente?

En este artículo te explicamos los primeros pasos del proceso para patentar un invento y protegerlo adecuadamente.

Como se registra una patente

Empecemos por el principio: ¿qué es una patente?

Antes de entrar en detalles sobre qué debes hacer, es importante entender qué es una patente. Una patente es un derecho exclusivo que se otorga al inventor de un nuevo producto o proceso, impidiéndole a otros fabricar, distribuir, comercializar, exportar o importar ese invento sin su permiso.

Podríamos decir que una patente es una especie de contrato con el Estado. En la medida en que se me ha ocurrido un invento que soluciona técnicamente y de forma novedosa un problema existente, puedo optar a que el Estado me otorgue un monopolio o derecho de exclusiva sobre el mismo por un tiempo determinado (un máximo de 20 años); pero con un precio: debo exponer públicamente en qué consiste mi invento.

Que explique en qué consiste mi invento contribuye al progreso tecnológico (lo que justifica que el Estado me conceda ese monopolio temporal), por dos razones: primero, porque mis competidores podrán ver lo que he protegido y, quizá, se les ocurra alguna solución mejor al problema; y, segundo, porque mi invento podrá ser desarrollado por mis competidores y lanzado al mercado nada más caer al dominio público, pasado el tiempo de mi protección.

Igualmente, es importante saber que las patentes son territoriales. Yo puedo proteger mi invento, por ejemplo, en España y Estados Unidos; pero en el resto de países no podré impedir que se fabrique y comercialice.

Es decir, la patente protege tu idea, pero solo por un tiempo limitado y en los territorios en los que la hayas solicitado y obtenido.

No cualquier idea se puede patentar. Tu invento debe cumplir con ciertos requisitos, entre ellos:

  • Novedad: el invento debe ser nuevo, es decir, no debe haberse divulgado públicamente antes de solicitar la patente, a nivel internacional.
  • Actividad inventiva: no debe ser obvio para un experto en la materia. Aquí está la principal diferencia con los modelos de utilidad, cuya duración máxima es de 10 años (en lugar de 20). Las diferencias entre las patentes y los modelos de utilidad las explicamos aquí.
  • Aplicación industrial: el invento debe poder ser fabricado o utilizado en algún tipo de industria.

Si tu idea cumple con estos criterios, el largo camino hacia la concesión de tu patente (camino que fácilmente dura 2 o 3 años, como mínimo) puede comenzar. Pero antes de dar cualquier paso, hay algo fundamental que debes tener en cuenta: no divulgar tu invento.

Abogados especialistas en marcas

No divulgues tu invento.

Este es el error más común que cometen los inventores novatos: divulgar su idea antes de solicitar la patente. ¡No lo hagas!

Mantén tu invento en secreto hasta que hayas solicitado la patente, o podrías arriesgarte a perder el derecho a obtenerla. Divulgar tu invento públicamente, ya sea a través de redes sociales, en una presentación o incluso compartiéndolo con personas fuera de tu círculo de confianza, podría comprometer tu capacidad para patentar.

¿Por qué es tan importante? Como hemos visto, la normativa de patentes exige que tu invento sea nuevo, y cualquier divulgación previa, en la medida en que sea trazable por el examinador de la Oficina, podría considerarse como una publicación que invalide la novedad de tu invención. Incluso las divulgaciones hechas por el propio inventor. Así que lo mejor es mantener el silencio absoluto sobre tu idea hasta haber presentado la solicitud de patente. Sólo comparte los detalles con personas de confianza, profesionales con obligación de secreto (abogados, Agentes de la Propiedad Industrial) o bajo acuerdos de confidencialidad (Non-Disclosure Agreements o NDAs).

Esto lo explicamos de forma más detallada en este post.

Como se registra una patente

Ponte en manos de un Agente de la Propiedad Industrial.

Una vez que has decidido que tu idea es lo suficientemente buena como para plantearte intentar una patente, el siguiente paso es buscar ayuda profesional. Aquí es donde entra en juego el Agente de la Propiedad Industrial, un especialista en el registro de patentes que te ayudará a navegar por el complejo proceso de solicitud.

¿Por qué es importante contar con un Agente? Porque presentar una patente es una tarea muy compleja que requiere conocimientos técnicos del sector al que pertenezca tu invento, pero también habilidades estratégicas y jurídicas. Registrar una patente no supone depositar un prototipo de tu invento en la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM). En cambio, debes redactar y presentar una memoria de patente: un documento que describe con detalle en qué consiste tu invento y qué aspectos del mismo quieres proteger.

La parte más crucial de esta memoria son las reivindicaciones, que son frases donde especificas lo que realmente deseas que quede protegido bajo la patente. Unas reivindicaciones muy amplias, que intenten abarcar mucha protección, corren el riesgo de solaparse con otros inventos ya divulgados. Y unas reivindicaciones muy estrechas podrían dar una protección insuficiente, fácilmente esquivable por tus competidores. Que las reivindicaciones estén bien redactadas es, por tanto, absolutamente fundamental.

Un Agente de la Propiedad Industrial no sólo te ayudará a redactar correctamente la memoria, sino que también te asesorará sobre la mejor estrategia de protección para tu invento. En España, el organismo encargado de gestionar las patentes es la OEPM, pero un Agente de la Propiedad Industrial puede guiarte tanto aquí como en la internacionalización de tu protección, si así lo requieres.

Como se registra una patente

Asume que el proceso implica costes.

Solicitar una patente no es gratis. Aunque los costes iniciales pueden no ser muy elevados, deberías estar preparado para asumir gastos a lo largo del proceso. Entre los principales costes que implica una patente están:

  • Honorarios del Agente de la Propiedad Industrial: el trabajo profesional de redacción y presentación de la memoria de patente es una labor técnica muy cualificada, que, evidentemente, tiene un coste. De hecho, en muchos casos, la mayor partida de los costes de solicitud de una patente son los honorarios del Agente.
  • Tasas de solicitud: estas tasas se pagan a la oficina de patentes (en el caso de España, a la OEPM) cuando presentas la solicitud.
  • Tasas de Informe sobre el Estado de la Técnica y de examen de la patente: el examinador encargado de tu expediente en la OEPM realiza búsquedas en el estado de la técnica (todo lo divulgado antes de tu solicitud de patente, a nivel internacional), tanto de literatura patente como no patente, para determinar si el invento tiene novedad y actividad inventiva. El resultado de estas búsquedas se llama Informe sobre el Estado de la Técnica (IET). Igualmente, el examinador califica en la etapa final del proceso si la patente debe ser concedida o denegada (total o parcialmente). Ambas actuaciones están sujetas a su correspondiente tasa oficial.
  • Iteraciones con el examinador: es muy frecuente que una patente no se conceda limpiamente tal y como se presentó. En cambio, es habitual que el IET arroje objeciones, para todas o alguna de las reivindicaciones. Estas objeciones pueden enfrentarse directamente por el solicitante (presentando observaciones técnicas en defensa de la validez de las reivindicaciones afectadas) o pueden aceptarse, modificando la patente en consecuencia. En ambos casos, hay trabajo técnico detrás, por el Agente. Es razonable pensar, por tanto, que durante el proceso de patente haya que asumir costes adicionales a los inicialmente previstos.
  • Costes de mantenimiento: las patentes tienen una duración limitada (en general, 20 años desde la fecha de solicitud). Durante este tiempo, deberás pagar tasas anuales para mantenerla en vigor.

Es importante tener en cuenta que si decides extender la protección de tu patente a otros países o regiones, estos costes pueden multiplicarse. Es el problema de la territorialidad de la protección; pero es igual para todos.

Como se registra una patente

Asume que el proceso puede no tener éxito.

Es muy importante, asimismo, que tengas en cuenta que la labor del Agente de la Propiedad Industrial es de servicio, no de resultado. El Agente nunca puede garantizar que la patente será concedida, igual que el abogado no puede garantizar que ganarás el proceso judicial.

El proceso de patente no deja de ser un proceso jurídico (en el que una administración pública concede, por las facultades que tiene conferidas, un derecho de exclusiva a un interesado). Como todo proceso jurídico, el resultado no depende exclusivamente de una de las partes. El Agente puede hacer su trabajo de la mejor forma que sabe, pero el examinador puede arrojar objeciones sobre cuestiones sobre las que el Agente tenga una opinión diferente. El Derecho no es blanco o negro, y los aspectos técnicos de discusión sobre una patente muchas veces tampoco lo son. Al final, la decisión de concesión o denegación depende del examinador (decisión que, por supuesto, es recurrible).

Como se registra una patente

Si crees que tu idea es patentable, no esperes.

Si, después de leer todo lo anterior, piensas que tu idea podría, potencialmente, ser protegida como patente, no esperes a intentarlo.

Piensa que lo mismo que se te ha ocurrido a ti podría habérsele ocurrido a cualquier otra persona en el mundo. Si esa persona hace público su invento o solicita una patente antes que tú, puede obstaculizar tu proceso de patente. El estado de la técnica está en constante evolución.

Diferencias patente y modelo de utilidad

Estrategia habitualmente recomendada para inventores españoles.

Si ésta es tu primera patente y has desarrollado tu invento en España, lo más recomendable es comenzar por solicitar la patente aquí. Además, conforme a nuestra Ley de Patentes, tienes obligación de que ese primer depósito sea como patente española o como patente europea (por un proteccionismo de las invenciones locales, podríamos decir).

El procedimiento en la OEPM es relativamente asequible en comparación con oficinas de otros países, y te permite iniciar la protección mientras decides si expandir esa protección a otros territorios.

Antes de presentar la solicitud de patente, es recomendable hacer un informe de patentabilidad previo. Es decir, hacer un estudio sobre el estado de la técnica para saber qué hay divulgado que pueda describir mi invento en todo o en parte, y que, por tanto, pueda afectar a su novedad o a su actividad inventiva.

Este informe de patentabilidad puede hacerse de forma privada, es decir, por el propio Agente. El Agente llegará previsiblemente a los resultados más profundos y sus búsquedas serán muy exhaustivas, pero, probablemente, también sea relativamente elevado el coste de su trabajo. De ahí que jueguen un papel interesante los Informes Tecnológicos de Patentes (ITP) de la OEPM, sobre los que puedes encontrar más información aquí. Son informes privados entre el solicitante y un examinador de la OEPM, en los que el examinador expone de manera confidencial al solicitante los resultados que ha encontrado en el estado de la técnica relacionados con una determinada invención que se le presenta. Lo que ocurre, en nuestra experiencia, es que, para que el ITP sea verdaderamente útil, es recomendable aportar al examinador la memoria de patente tal y como se presentará(ía). De esta forma, el examinador no solamente tendrá la información completa y exacta sobre la invención, sino que podrá dar su opinión sobre otros extremos de la memoria (posible insuficiencia en la descripción, detección de errores o incoherencias en conceptos, etc.).

Pero… Si redactamos la memoria de patente, solicitamos el ITP, y después resulta desfavorable… Habremos perdido tiempo y dinero en la redacción de la memoria, ¿no? Sí, correcto. Pero el beneficio que supone poder presentarle al examinador del ITP la memoria completa creemos que compensa el riesgo de que el ITP sea absolutamente desfavorable (piénsese que tiene que ser tan desfavorable que directamente eche por la borda cualquier característica del invento). Además, hay veces que incluso el coste de la redacción de la memoria + la solicitud del ITP es inferior a la de un informe de patentabilidad privado. Y, en el peor de los casos, siempre podremos solicitar un modelo de utilidad, cuya memoria es esencialmente idéntica (salvo que no tiene resumen); y que se concede sin examen. En nuestro fuero interno sabremos que es un modelo no válido, difícilmente ejecutable en un proceso judicial; pero la presunción, mientras no exista prueba en contrario, es de validez. Lo que también puede jugar su papel favorable en términos de marketing para su titular.

Si el ITP es favorable, podremos poner en marcha el proceso de patente, dado que el IET será previsiblemente igual que el ITP y es de esperar que la patente sea concedida.

En ese contexto, una estrategia que seguimos de manera bastante clásica en el despacho es la siguiente:

  • Redactar la memoria de patente completa, tal y como se fuera a presentar.
  • Solicitar un ITP aportando esa memoria. Revisar sus resultados (la OEPM dice que tardan unos 21 días, pero estamos más acostumbrados a un par de meses) y modificar la memoria en consecuencia, si fuera necesario.
  • Presentar la patente en España, ante la OEPM. Éste será nuestro primer depósito.
  • Desde ese primer depósito, tenemos 12 meses para solicitar en cualquier otra parte del mundo reivindicando prioridad de la solicitud de patente española. Esto viene regulado en el Convenio de París para la Protección de la Propiedad Industrial. Es normal que el IET en España lo tengamos antes de los 12 meses, lo que ayuda en la toma de decisión.
  • Si antes de llegar a los 12 meses el solicitante sabe en qué países o regiones quiere proteger y dónde tiene mercado real o potencial, podemos valorar proteger directamente en dichos países o regiones. Por ejemplo, en la EPO, a través de la patente europea. Esto da para otro post.
  • Si no lo sabe o no lo tiene claro, podemos solicitar una patente internacional PCT. Esto también da para otro post, pero básicamente es un proceso que permite “comprar tiempo” para todos aquellos países parte del PCT (visibles aquí) y no tener que decidir a los 12 meses en qué territorios proteger (sino a los 30 o 31 meses, dependiendo del país, desde la fecha del primer depósito en España).

No siempre ésta es la estrategia recomendable; pero es una que se repite bastante con inventores españoles.

Como se registra una patente

Sal y vende.

Pongámonos en el mejor de los casos. Ya tienes tu patente concedida en España. Muy bien, ¿y ahora qué?

Tener una patente es sólo un paso. La protección que te otorga es un derecho exclusivo sobre tu invento, pero es muy importante que entiendas que no garantiza el éxito comercial. Para convertir tu idea en un producto rentable, tendrás que salir al mercado, desarrollar prototipos, promocionar tu invento y, en definitiva, hacerlo atractivo para los consumidores o posibles inversores.

Una patente te da un valor añadido importante: el monopolio sobre tu invento en el territorio donde has solicitado protección. Esto puede hacer que tu empresa sea más valiosa y atractiva, pero no te asegura automáticamente el éxito financiero. Vas a necesitar trabajar en la comercialización y venta de tu producto, y posiblemente requerirás inversión adicional para su desarrollo y fabricación.

Recuerda que una patente es una herramienta estratégica, no el objetivo final. El verdadero valor de tu invención radica en su aplicación comercial y en cómo logres llevarla al mercado. Desde Bamboo.legal, te animamos a que sigas adelante con tu proyecto, pero con los pies en la tierra y con una estrategia bien planificada. Si buscas un Agente de la Propiedad Industrial, estaremos encantados de poder ayudarte.

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