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¿Qué Ha Pasado Con Thermomix Y Lidl?

Desde el año pasado es noticia el pleito de patentes mantenido entre Vorwerk (Thermomix) y Lidl, por la demanda presentada por la primera contra la cadena de supermercados, que vendía desde el año 2018 un robot de cocina llamado SilverCrest Monsieur Cuisine Connect.

Inicialmente, el Juzgado Mercantil nº 5 de Barcelona dictó sentencia, el 19 de enero de 2021 (procedimiento 1.231/2019), por la que condenó a Lidl; pero ésta recurrió y la Audiencia Provincial de Barcelona, en sentencia de 13 de enero de 2022, le ha dado la vuelta a la situación, anulando la patente de Vorwerk y absolviendo a Lidl.

En este post te explicamos lo que ha pasado.

Vorwerk demandó a Lidl en junio de 2019 por entender que con la venta de SilverCrest Monsieur Cuisine Connect estaba infringiendo su patente española nº ES2301589, que protege una máquina de cocina y que proviene de la validación en España de la patente europea nº EP1269898.

Lo primero, ¿qué es una patente?

Explicado de forma muy breve, una patente es un título otorgado por el Estado, por el que se protege una invención: un producto o procedimiento que proporciona de manera novedosa una solución a un problema técnico.

Para ser protegible como patente, la invención debe cumplir, básicamente, 3 requisitos:

  • Que sea nueva: que no exista divulgada con anterioridad la misma invención, a nivel internacional.
  • Que tenga actividad inventiva: que la solución que incorpora la invención no sea obvia para un experto en esa materia.
  • Que tenga aplicación industrial: que sea fabricable o utilizable.

El título de patente otorga un verdadero derecho de propiedad: el titular de la patente puede prohibir, durante un periodo determinado (en general, un máximo de 20 años) que cualquier otra persona (física o empresa) fabrique, ofrezca o venda, sin su autorización, un producto que incorpore las características de su invento.

Puedes encontrar más información sobre patentes en nuestras FAQS y en este artículo.

¿Qué es una patente europea? ¿Y su validación?

Las patentes son territoriales. Esto quiere decir que una empresa puede tener protegido su invento como patente en Estados Unidos, pero no tenerlo en Australia, porque quizá sea un mercado en el que no le interesa invertir.

Una patente europea es un título concedido por la EPO (Oficina Europea de Patentes) que tiene validez en los países que son parte del Convenio de la Patente Europea.

Tras pasar un riguroso procedimiento de concesión ante la EPO, para que la patente europea tenga efectos en cada uno de los países tiene que pasar un trámite de validación en la oficina de patentes del territorio donde se quiere tener protección.

Este trámite varía en función del país. En España, la validación consiste en presentar ante la Oficina Española de Patentes y Marcas una traducción de la patente europea al español, que se publicará en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial. Si sabes inglés, en este artículo lo explicamos con más detalle.

¿Qué son las reivindicaciones?

Cuando se presenta la solicitud de patente, no se deposita un prototipo del invento en la oficina de registro. Lo que se presenta es una memoria descriptiva que debe recoger con todo lujo de detalle en qué consiste la invención. Esta memoria, en el transcurso del procedimiento, se hace pública; permitiendo así a los competidores analizar lo que se ha protegido y, en definitiva, contribuyendo a la mejora del progreso tecnológico.

La parte más importante de la memoria descriptiva son las reivindicaciones.

Las reivindicaciones no son más que frases, redactadas de manera técnica, que contienen aquello sobre lo que el solicitante de la patente reclama protección.

Por eso, es recomendable que la memoria de patente la redacte siempre un profesional.

Es muy habitual que, en lugar de hacer una sola reivindicación que describa el invento, se presente un juego de reivindicaciones; de forma que la primera reivindicación reclame protección sobre el invento de manera amplia, y las siguientes, dependientes de la primera, vayan acotando ese marco de protección.

Así, si la reivindicación 1 no es válida (por falta de novedad, por ejemplo), quizá lo sea alguna de las posteriores; y la patente quede concedida para ésas.

La patente de Vorwerk con la que demandó a Lidl (cuya memoria completa puedes ver aquí) tiene 8 reivindicaciones. La reivindicación 1 protege, textualmente, lo siguiente:

 

Máquina de cocina con un vaso de agitación o de batido, una tapa y una carcasa, en donde el vaso de agitación y la tapa pueden ser enclavados de tal manera que no sea posible una intervención dentro del vaso de agitación durante el funcionamiento, en donde, además, el vaso de agitación y/o la tapa se enclavan o desenclavan por giro alrededor del eje vertical del vaso de agitación, y en donde, debido al giro del vaso de agitación y/o de la tapa, se acciona un interruptor eléctrico que libera la alimentación de corriente a una tarjeta de control, caracterizada porque la tarjeta de control presenta al menos un circuito de mando que influye sobre el mecanismo agitador o batidor y un circuito de mando que afecta a un dispositivo de pesada, y porque, además, el circuito de mando que afecta al mecanismo agitador se libera a consecuencia de la maniobra del interruptor, pero el circuito de mando que afecta al dispositivo de pesada es independiente de una maniobra del interruptor.

 

El debate principal en el pleito se ha venido centrando en la independencia entre el circuito de mando que afecta al dispositivo de pesada en el vaso, del circuito de mando que afecta al mecanismo agitador del vaso; que el juzgado de primera instancia consideró “la esencia” y “verdadera contribución de la invención” de Vorwerk.

En palabras de uno de los peritos de Vorwerk, el problema que resuelve la patente de la Thermomix es “cómo conseguir una máquina de cocina que además de agitar/batir alimentos permita pesarlos y que ambas funciones que son independientes se activen también de forma individualizada (párrafo 98 de la sentencia de primera instancia).

“Lo que ahora parece tan fácil -que yo pueda cocinar mientras estoy pesando- antes parecía imposible, tan imposible que ni siquiera se deseaba” (párrafo 109 de la sentencia de primera instancia).

Como dijo la sentencia de primera instancia (párrafo 40), “la ventaja entonces consiste en que en el estado inicial se llena el vaso de agitación sin la tapa, pero una vez puesta la tapa y ya funcionando el mecanismo agitador, pueden pesarse alimentos con la tapa puesta […] La maniobra del interruptor no afecta al circuito eléctrico que controla el dispositivo de pesada de la máquina de cocina. El dispositivo de pesada está disponible para el usuario tanto si la tapa está encajada sobre el vaso del agitador, como si no” y continúa (párrafo 64): “insistimos: funcionando el mecanismo agitador pueden pesarse alimentos con la tapa puesta”.

En el curso del pleito Lidl solicitó la nulidad de la patente de Vorwerk por varios motivos (adición de materia con posterioridad a la solicitud, falta de novedad y falta de actividad inventiva). Al comparar la patente de Vorwerk con las patentes anteriores que Lidl cita en defensa de esa nulidad, el juzgado de primera instancia insistió en que “en ambos [refiriéndose a documentos de patentes anteriores a las de Vorwerk] se da por sentado y se asume como algo natural que la pesada de los alimentos se hace antes o después del procesamiento de los alimentos, o que si se está en modo de procesamiento de alimentos no es posible activar la función de pesada” (párrafo 108 de la sentencia).

Es ahí donde está el problema que la Thermomix, según el juzgado de primera instancia, soluciona[ba]. Y esa solución de independencia entre la función de cocinado y de pesado está presente en el robot de cocina SilverCrest Monsieur Cuisine de Lidl, según el juzgado de primera instancia.

Así, inicialmente Lidl quedó condenada a:

  • Cesar en la importación, almacenamiento, ofrecimiento y/o comercialización del robot SilverCrest Monsieur Cuisine.
  • Retirar el robot del mercado.
  • Abstenerse de importar, almacenar, ofrecer y/o comercializar el robot en el futuro.
  • Indemnizar a Vorwerk por daños y perjuicios. La cuantía se calcularía una vez la sentencia fuera firme.
  • Pagar las costas del proceso.

No obstante, Lidl presentó recurso de apelación contra dicha sentencia, y la Audiencia Provincial de Barcelona, en sentencia de 19 de enero de 2022, le ha dado la razón: no solamente declara que Lidl no infringe la patente de Vorwerk, sino que la anula.

En primer lugar, la Audiencia declara nula la patente de Vorwerk por adición de materia. Esto quiere decir que, en el curso de registro de la patente, Vorwerk introdujo modificaciones en las reivindicaciones que ampliaban el contenido protegido por la patente; es decir, que iban más allá de la descripción original, incorporando elementos no descritos en la redacción que inicialmente se presentó a registro. En concreto, la Audiencia entiende (aunque admite que sus conclusiones «no dejan de ser dudosas») que Vorwerk no describió en la solicitud original de la patente de la Thermomix que la función de pesada de alimentos en el vaso fuera controlada por un circuito autónomo de la misma tarjeta de control del dispositivo batidor y de calentamiento, como modificó después.

El solicitante puede modificar la redacción de la patente en el curso del proceso de registro (por ejemplo, para enfrentar una objeción de la oficina), pero nunca ampliando el objeto de su protección. La ampliación de materia está prohibida por el Convenio para la Concesión de Patentes Europeas (art. 123), porque causaría una evidente inseguridad jurídica y un claro perjuicio a los competidores del solicitante de la patente, que se estaría beneficiando de una protección más amplia que la que originalmente solicitó.

Asimismo, la Audiencia también anula la patente de Vorwerk por entender que no tiene actividad inventiva. La Audiencia considera que la característica técnica de tener dos circuitos de mando diferenciados (uno para el mecanismo agitador y otro para el de pesada de alimentos) es una solución obvia para un experto en la materia a la vista de documentación patente ya existente al momento de presentación de la patente de Vorwerk; en concreto, una patente estadounidense de Braun.

A pesar de anular la patente de Vorwerk, la Audiencia analiza también si, en caso de que la patente fuera válida, existiría o no infracción por parte de Lidl. Y concluye que no existiría infracción, porque en el robot de cocina de Lidl no se reproduce, a su juicio, la secuencia que protege la patente de Vorwerk para intervenir con seguridad en el vaso de agitación. Esta secuencia, en la Thermomix, implica tener que detener el funcionamiento del mecanismo de agitación previamente a poder intervenir en el vaso; cosa que no sucede, según la Audiencia, en el robot de Lidl, que permite abrir la tapa sin necesidad de detener previamente el mecanismo agitador, siendo la propia apertura de la tapa la que detiene, poco tiempo después pero no inmediatamente, el funcionamiento de ese mecanismo.

La sentencia es todavía recurrible ante el Tribunal Supremo, por lo que habrá que estar pendientes de cuál es el próximo movimiento de Vorwerk. De momento, Lidl vuelve a tener luz verde para comercializar el robot SilverCrest.

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